Coles de Bruselas al Estilo Oriental

Este año me he despistado y casi ha terminado la temporada de coles de Bruselas, disponibles frescas entre noviembre y enero. Todavía se encuentran en algunos mercados y fruterías, por lo que no esperaré al próximo invierno para hablar de ellas.

Las coles de Bruselas son una verdura polémica, ya que muchas personas las adoran (yo me incluyo) pero muchas otras las detestan. Además de su sabor amargo, creo que también su textura es una de las causas. Esta última se puede solucionar con los tiempos de cocción o usando coles congeladas en vez de naturales, para aquellos que les gusten las verduras más bien blandas.

Hay archivos que hacen referencia al cultivo de las coles en el siglo XV en el norte de Europa, en lo que hoy es Bélgica. No se sabe a ciencia cierta si el origen fue específicamente en la zona de Bruselas, pero hay constancia que su cultivo se extendió rápidamente a Holanda, Inglaterra y Francia. Por su parte, colonos franceses las llevaron al sur de los Estados Unidos.

Hoy en día son muy consumidas en el Reino Unido y de hecho son el acompañante tradicional de las cenas de Navidad. Como curiosidad, estas Navidades la cadena de comida rápida Burger King ofreció en algunos de sus establecimientos de Edimburgo, Liverpool y Londres “Sprout Surprise Whopper”. Esta hamburguesa, algo así como “Whopper sorpresa con coles”, fue promocionada con el eslogan “The King can make even Brussels Sprouts taste good!” (el Rey puede hacer que hasta las coles de Bruselas sepan bien), claramente dirigido a quienes no comparten el gusto por esta verdura.

Las coles de Bruselas son una buena fuente de fibra, hierro y vitaminas, especialmente vitamina C. Una porción de 100 grs. de coles de Bruselas sólo aporta 43 calorías, pero contiene el 242% de la vitamina K, el 142% de la vitamina C, el 15% de la vitamina A, el 15% de la fibra y el 8% del hierro requeridos diariamente. Creo que con estos valores bien merece la pena darles una probadita.

Es importante no cocinar de más las coles, ya que no solo pierden su sabor y su valor nutricional, sino que pueden despedir un desagradable olor sulfuroso. Si se prepara la receta a partir de coles frescas, recomiendo lavarlas muy bien, eliminar los tallos y cortarlas en mitades o cuartos (dependiendo del tamaño) para reducir el tiempo de cocción. Si se usan coles congeladas los tiempos de cocción se reducen mucho, ya que pierden su dureza en el proceso de congelación.

COLES DE BRUSELAS AL ESTILO ORIENTAL

INGREDIENTES
250 grs. de coles de Bruselas
200 grs. de guisantes
2 cdtas. de semillas de sésamo tostadas
2 dientes de ajo triturados
Zumo de ½ limón
½ guindilla finamente picada
1 cda. de jengibre rallado
1 cdta. de mostaza
1 cda. de salsa de soja
3 cdas. de aceite de oliva
½ taza de caldo de pollo
Sal
Pimienta

PREPARACION
En un recipiente pequeño mezclar el jengibre, ajos, mostaza, guindilla, el zumo de limón y 2 cdas. de aceite de oliva. Reservar.

En una sartén añadir 1 cda. de aceite de oliva y sin dejar de remover, saltear las coles de Bruselas y los guisantes hasta que comiencen a adquirir un color dorado, unos 3-4 min. Reducir la intensidad del calor, salpimentar y añadir el caldo de pollo. Dejar cocinar hasta que el caldo haya reducido casi totalmente.

Incrementar la intensidad del calor nuevamente y añadir la mezcla de jengibre y guindilla. Saltear rápidamente unos 2 min. para que todos los sabores se mezclen y servir inmediatamente.
Espolvorear con semillas de sésamo tostadas.

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