Soy meticulosa al momento de comprar alimentos y no me dejo llevar fácilmente por las vistosas etiquetas “light” “fibra” y/o “nutritivo”, sino que reviso cuidadosamente la etiqueta que detalla la información nutricional. Animo a todos los consumidores a que se habitúen a hacerlo, ya que se encuentran algunas sorpresas en lo que se cree que puede ser un alimento saludable.
Después de leer tanto sobre unos y otros ingredientes y con el fin de compartir los beneficios que algunos de ellos aportan, incluyo en este apartado breves reseñas que espero sirvan para que los consumidores seamos más conscientes de los que comemos y en consecuencia más exigentes al momento de seleccionar un alimento o ingrediente.
Después de leer tanto sobre unos y otros ingredientes y con el fin de compartir los beneficios que algunos de ellos aportan, incluyo en este apartado breves reseñas que espero sirvan para que los consumidores seamos más conscientes de los que comemos y en consecuencia más exigentes al momento de seleccionar un alimento o ingrediente.
¿Mantequilla, Margarina o Aceite Vegetal?
La mantequilla y la margarina no son los ingredientes más saludables para cocinar. La mantequilla contiene una alta proporción de grasa saturada que puede elevar el nivel de colesterol malo (LDL) y producir enfermedades cardíacas. Las grasas saturadas se encuentran en productos de origen animal como la mantequilla, quesos, leche completa, helados y carnes grasosas. También se encuentra en algunos aceites vegetales como el aceite de coco y aceite de palma.
Por otro lado, las margarinas además de contener grasa saturada, contienen también “ácidos grasos trans”. Los ácidos grasos trans no sólo aumentan el nivel de colesterol malo (LDL) en la sangre sino que disminuyen el nivel del bueno (HDL), provocando un mayor riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares. Los ácidos grasos trans se forman en el proceso de hidrogenación que se realiza sobre las grasas con el fin de solidificarlas, para utilizarlas en diferentes alimentos. Las grasas hidrogenadas se utilizan en margarina, comidas rápidas, productos comerciales de pastelería (galletas, donuts), alimentos procesados y fritos.
Según el profesor de medicina David C. Dugdale de la Universidad de “Washington School of Medicine” no debemos consumir:
La mantequilla y la margarina no son los ingredientes más saludables para cocinar. La mantequilla contiene una alta proporción de grasa saturada que puede elevar el nivel de colesterol malo (LDL) y producir enfermedades cardíacas. Las grasas saturadas se encuentran en productos de origen animal como la mantequilla, quesos, leche completa, helados y carnes grasosas. También se encuentra en algunos aceites vegetales como el aceite de coco y aceite de palma.
Por otro lado, las margarinas además de contener grasa saturada, contienen también “ácidos grasos trans”. Los ácidos grasos trans no sólo aumentan el nivel de colesterol malo (LDL) en la sangre sino que disminuyen el nivel del bueno (HDL), provocando un mayor riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares. Los ácidos grasos trans se forman en el proceso de hidrogenación que se realiza sobre las grasas con el fin de solidificarlas, para utilizarlas en diferentes alimentos. Las grasas hidrogenadas se utilizan en margarina, comidas rápidas, productos comerciales de pastelería (galletas, donuts), alimentos procesados y fritos.
Según el profesor de medicina David C. Dugdale de la Universidad de “Washington School of Medicine” no debemos consumir:
- Margarinas, mantequillas o aceites que contengan más de 2 grs. de grasa saturada por cucharada (aprox. 12 grs/100 grs)
- Grasas hidrogenadas o parcialmente hidrogenadas, por su alto contenido en grasa saturada y ácidos grasos trans
- Grasas de origen animal, como la manteca de cerdo.