Confitura de Fresas

En esta oportunidad tenía pensado preparar un plato principal, pero viendo la abundancia de fresas que hay en los mercados no quiero dejar pasar la ocasión de compartir recetas con fresas. De hecho en los últimos días he probado a hacer distintos postres partiendo de una misma receta: Confitura de Fresas.

“Sin duda Dios podría haber hecho una mejor baya, pero sin duda Dios nunca la hizo”. Así hace referencia a las fresas el Dr. William Butler, destacado poeta y escritor irlandés del siglo XX. Estoy de acuerdo que se trata de una de las mejores bayas y con su forma de corazón sugiere pureza, salud y pasión.

Las fresas tienen una especial combinación de nutrientes. Una taza de fresas (152 grs.) aporta más vitamina C que las naranjas (149% de la ingesta diaria recomendada) y sólo contiene 49 cal. Con tan pocas calorías, tenemos a cambio 3 grs. de fibra, 34 mcg. de folato y solo 7 grs. de azúcar natural. Por si fuera poco, las fresas destacan por su contenido de flavonoides, sustancias con propiedades antioxidantes y anticancerosas.

La “Confitura de Fresas” tiene connotación de mermelada o jalea, sinónimo de muy dulce, pero esta preparación aprovecha el azúcar natural de las fresas, obteniendo así una confitura muy gustosa y baja en calorías (solo 17 cal. por cucharada). Resulta ideal para acompañar con yogurt natural o si se desea una textura más cremosa, con un poco de queso mascarpone aromatizado con vainilla, ralladura de limón y un toque de azúcar glas; los más golosos también pueden probar con helado de vainilla o nata. Además puede ser utilizada como relleno de crepes o incluso para preparar y decorar tartas, como ya veréis en una próxima receta.

Básicamente la receta incluye fresas de tres formas diferentes: naturales, cocinadas en su propio jugo y trituradas, para obtener de esta forma una mezcla de consistencias en una sola preparación. Puede sonar complicado pero en realidad resulta extremadamente sencillo y rápido de preparar. No os arrepentiréis.

CONFITURA DE FRESAS
INGREDIENTES
500 grs. de fresas
2 cdas. rasas de azúcar
2 cdas. de ron

PREPARACIÓN
Lavar bien las fresas y cortarlas en cuartos o mitades, dependiendo del tamaño. Reservar una cuarta parte.

Colocar el resto de las fresas en una olla con el azúcar y el ron. Mezclar bien y cocinar por aprox. 5 min. a temperatura media-baja (no añadir agua). Retirar del calor y triturar una pequeña porción de la mezcla (dos o tres cucharadas) para darle más cuerpo. Dejar enfriar.

Cuando la mezcla se haya enfriado, incorporar las fresas frescas cortadas que habíamos reservado.

Se puede consumir a temperatura ambiente o fría de la nevera, donde se conserva muy bien por varios días.

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